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Por estas fechas ya se prevé los posibles rendimientos de la cosecha de cereales en las comarcas de las provincias de Ávila y Salamanca, ya que en pocos días se empezara a cosechar los productos clásicos de estas provincias que son netamente agrícolas y ganaderas. No parece que este año sea un buen año hablando en términos agrícolas, aunque en principio pudiera parecer otra cosa. Y es que ha llovido mucho en invierno, cosa que generalmente perjudica al cereal, y no ha llovido en primavera en los momentos en que más lo necesita, y los días muy fríos del mes de mayo han llegado a helar las espigas. Por otra parte los precios están cayendo de manera generalizada y los agricultores se ven indefensos ante esta situación. Son muchos los gastos que lleva una explotación por muy pequeña que sea, los fertilizantes tienen un precio muy elevado, la maquinaria lo mismo, y lo que es peor el precio del Gasoleo que utilizan todos los dias para atender sus explotaciones, se mantiene a un alto precio.
Solo gracias a la subvención que procede de la (P.A.C.) se pueden ir defendiendo, aunque también se está recortando de manera considerable, así no es extraño ver como los jóvenes de nuestros pueblos buscan como pueden una salida en las grandes ciudades, aunque en momentos como los actuales es verdaderamente difícil encontrar un puesto de trabajo. El mismo problema tienen las explotaciones ganaderas, las cuales pasan por momentos muy difíciles, ya que los precios que reciben por sus productos no cubren ni los gastos de producción, toda la ganadería pasa por grandes dificultades, los cebaderos de cerdos, las explotaciones de vacas de leche, las explotaciones extensivas como el ovino o el caprino. Si a todos estos inconvenientes les sumamos la mala cosecha que parece que este año no será muy buena, veremos como los agricultores estan desilusionados y con la moral por los suelos. Creo que si el Estado no lo remedia y esta crisis dura como parece mucho tiempo, nuestros pueblos se verán sin juventud que sigan los caminos que les enseñaron sus mayores, quedando el campo desierto.
