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Cualquier persona que ya tenga cierta edad y que conozca de cerca el mundo de la agricultura se dará cuenta de lo ingrato que es este oficio y las dificultades que entraña llevar a buen puerto una buna cosecha. Hubo un tiempo que la inmensa mayoría de los habitantes del centro de España y de manera especial las dos Castillas. Andalucía, Extremadura y Aragón en que sus habitantes dependían la mayoría de este medio de vida. Fue un tiempo en que el campo era agradecido y que cada año el agricultor veía como se iban superando y los precios de sus productos que siempre superaban al los precios del año anterior y, aunque ciertamente es difícil llevar a buen puerto una buena cosecha, ya que esta está siempre expuesta a múltiples peligros como heladas, sequías, pedriscos o calores que lo arrebatan, siempre se compensaba con unos precios adecuados. A partir de los años sesenta y setenta en España empieza la industrialización y las gentes de el mundo rural se fue a la industria donde se ganaba mucho más dinero y una vida más cómoda dejando los pueblos de la zona agraria desiertos de juventud, en esos años hubo muchos que se fueron a Francia, Suiza o Alemania. Fue entonces cuando en España también la industria llegó al campo y desde entonces no ha dejado de industrializarse hasta el punto de que hoy todos los duros trabajos se hacen con maquinaria. ¿Y que ocurre ahora? Pues sencillamente que las inversiones son enormes, la maquinaria esta con unos precios desorbitados, los gastos son impresionantes ya que el gasoleo es muy caro y los fertilizantes cada dia valen mas, y los precios de los productos, sufren grandes oscilaciones y casi siempre a la baja. Hoy la agricultura en general solo vive gracias a las subvenciones que llegan a través de la P.A.C de la Comunidad Económica Europea, que en muchas ocasiones es injusta ya que de ella se apropian muchas personas que no son agricultores a titulo principal, es decir que viven de otro medio de vida que nada tiene que ver con la agricultura.
Es lamentable ver como todos los días hay manifestaciones por lo bajos precios de los productos igual me da que sean de la huerta que de la viña o los cereales y de la leche o de la carne, sin embargo cuando estos productos llegan al consumidor se multiplican por diez y en muchas ocasiones por mas.
