GREDOS

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VISTA DE LA SIERRA DE GREDOS
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viernes, 15 de enero de 2010

GANADEROS Y LOBOS

CAPITULO-II




Durante el regreso con el ganado a sus dependencias, Ambrosio fue informado por Oscar y José Carlos de cómo habían sucedido los hechos la noche anterior; en el interior de la nave tenían las ovejas paridas con sus crías, unas quinientas y el resto, es decir aquellas que estaban “horras” como se dice en el argot pastoril, que significa que no están en producción y por ello se mantienen mas fuertes, dormían en los corrales, donde fueron atacadas por los lobos, que saltaron las paredes del corral formando un gran estruendo y con ello ocasionaron la estampida. Ellos pudieron ver como el ganado asustado se aglomeraba a la salida del corral provocando la apertura de la puerta después de que los lobos hubieran matado a una serie de ellas.
Aquí los perros Sultán y Bocinegra jugaron un papel muy importante; cuando estos vieron a Oscar y José Carlos, se sintieron mucho mas fuertes y siguieron los lobos sin dejar de perseguirlos que corrían en dirección a la Sierra de Credos. Mientras tanto ellos, seguían la dirección y el rastro de las ovejas, guiados en el silencio de la madrugada por el sonido de sus cencerros. Ha sido una noche muy dramática para nosotros que hicimos lo que nos pareció que seria mejor para defender a las ovejas las que tratamos por todos los medios de localizar, es cierto que también nos ayudaron los ganaderos de la zona que acudieron en nuestra ayuda.
Galinda que llevaba por lo menos seis u ocho horas sin saber nada de su familia, salio corriendo a recibirlos dando gracias a Dios por encontrarlos sanos y sin ningún rasguño. Una vez que el ganado quedo debidamente acomodado en sus instalaciones, Ambrosio se despidió de sus empleados agradeciéndoles una vez más su comportamiento, y se dirigió a su casa. Por el camino iba pensando en contar a su mujer y a sus hijas con todo detalle los acontecimientos ocurridos en su ganado así como el comportamiento de sus empleados.
Tenia la cabeza llena de ideas para afrontar este problema que en principio no parecía fácil, ya había adelantado cuando agradeció a los ganaderos la gran ayuda que le habían prestado, que deberían de tener una reunión urgente para tratar de obtener alguna formula en defensa de sus intereses y así hacer un frente común ante la opinión publica y sobre todo de las autoridades.
Pero el sabia que era un asunto muy complejo y de difícil solución, no tenia nada en contra de los lobos a los cuales admiraba, pero también es verdad que su supervivencia y la de su familia dependía en gran parte del rendimiento de su negocio ganadero, el cual se veía amenazado por los ataques de los lobos, mermando así sus ingresos. Por eso confiaba en que al menos la Administración del Estado, subvencionara las bajas ocasionadas por estos depedradores, del resto de mejorar las instalaciones ganaderas, ya se ocuparía el.
La noticia había corrido como la pólvora por todo el Valle Ambles y de manera muy especial en los pueblos de la comarca, que estaban muy sensibilizados con el tema de los lobos, ya que no era la primera vez que esto sucedía y seguramente no seria la ultima.
Aurora, también estaba preocupada por la tardanza de la llegada de su marido, ya que este no solía llegar tan tarde a su casa. Cuando le vio llegar salio al encuentro para preguntarle la razón de su retraso, y cuando vio la cara que traía enseguida se dio cuenta de que algo malo había sucedido, y le dijo: Que mala caras tres Ambrosio ¿Qué ha pasado para que vengas así? El enseguida la tranquilizo diciendo: no te preocupes mujer, entra en casa que ahora te cuento. Entraron en casa y Ambrosio fue contando con todo detalle lo sucedido con lo lobos y su ganado. Después de todo dijo, hemos tenido suerte pues gracias a Oscar y José Carlos que se han comportado de manera extraordinaria solo hemos sufrido doce bajas, y ya esta todo en orden, ahora debemos de ir pensando en como evitar que esto vuelva a suceder, poniendo todo nuestros medios y nuestra imaginación, para evitarlo. Ya mas tranquilo, pregunto por las niñas que ya empezaban a ser una mocitas, las cuales iban al Instituto en Ávila y después regresaban a casa en el Autobús, Claudia tenia doce años y Angelina catorce. Aurora le dijo que las niñas no sabían nade de lo ocurrido y que como todos los días volverían mas tarde.
Ahora, dijo Ambrosio, quiero dedicarme con toda mi fuerza a buscar formulas y contactos para que todos los ganaderos de la zona hagamos un frente común y afrontemos esta situación unidos para pedir a la Administración del Estado protección para nuestros intereses.
Ambrosio era un hombre muy conocido y popular en toda la comarca, pues además de ser un ganadero de cierta importancia, también era “tratante” de ganados, y no solía perderse ningún mercado de ganados de los que se celebraban los viernes de cada semana en Ávila capital, y también fuera de Ávila, como en Extremadura, donde compraba los terneros para reponer las bajas de su cebadero, producidas por la salida de estos hacia el matadero que era su punto de destino. Así, le fue fácil contactar con ganaderos de otros pueblos e ir preparando la reunión que días antes les había anunciado a los ganaderos más próximos. Poco a poco la idea fue tomando cuerpo y se fue perfilando la reunión que poco tiempo después se celebraría en Ávila capital, concretamente en el salón de actos de la Cámara Agraria y con una asistencia muy numerosa de ganaderos, entre los cuales Ambrosio se fue perfilando como el portavoz del conjunto de asistentes. En el tiempo que duraron los contactos para celebrar la reunión Ambrosio pudo comprobar como había muchos ganaderos que habían sufrido lo mismo que él, los ataques de los lobos y con unos resultados aun peores que los suyos.
El dia de la asamblea, que resulto todo un éxito dado la cantidad de ganaderos que asistieron, Ambrosio tomo la palabra y dirigiéndose a todos dijo: Señoras y Señores ganaderos, en primer lugar quiero agradeceros vuestra presencia a este acto en el cual trataremos de buscar soluciones a el problema común que venimos padeciendo desde hace ya varios años; lo primero que quiero deciros es que de esta asamblea deberá de salir una comisión para que en nombre de todos los ganaderos, se dirija al Consejero de Agricultura en nuestra Comunidad y le exponga nuestras razones para exigirle que se implique en el problema y nos subvencione las bajas que venimos sufriendo en nuestro ganado. Si el lobo es una especie protegida por el Estado, al encontrarse en vías de extinción (cosa que me parece muy bien) también seria justo que esa misma Administración proteja nuestros intereses ganaderos, que de seguir así mucho tiempo igualmente se encontraría en vías de extinción, ya que los tiempos actuales no son los mejores en cuanto precios y además y como un problema añadido contamos con los ataques de los lobos. Todos aplaudieron con entusiasmo esta idea y algunos, hasta se ofrecieron voluntarios para formar parte de la comisión que en adelante debería tomar contacto con las autoridades Autonómicas y así tratar de poner alguna solución para reparar los daños ocasionados por los lobos.
Para conseguir estas ayudas (siguió Ambrosio) debemos también de implicar a los Sindicatos Agrarios y Ganaderos, los cuales nos serán de una grandiosa ayuda a conseguir esos contactos con la Administración, creo que la mayoría de nosotros pertenecemos como socios de alguno de estos Sindicatos de los que tenemos representación en Ávila, me da igual uno que otro. Cualquiera de ellos nos organizara manifestaciones en la capital y con ello conseguiremos sensibilizar a la opinión publica y de esta manera la Administración no tendrá mas remedio que escuchar nuestras peticiones, que considero de lo mas justo. De ninguna manera debemos de pagar nosotros con las bajas de nuestro ganado, la repoblación de los lobos, que insisto me parece muy bien que lo protejan, pero al mismo tiempo que pretejan nuestro ganado.
Pero Ambrosio siguió aportando ideas y así les dijo: Todos sabemos que hay numerosos “apriscos” o naves y corrales en los que encerramos nuestros rebaños, en los que no contamos con luz eléctrica; creo que deberíamos de electrificar nuestras instalaciones. Esto que primera vista puede parecer muy costoso, yo creo que no seria tanto si implicamos a las autoridades del Estado y pedimos que nos subvencione equipos electrógenos que producen engría eléctrica y así, al menos por las noches, podíamos disponer de grandes focos para iluminar nuestras instalaciones y alrededores. Sabemos que los lobos se amparan en la oscuridad de la noche para atacar a sus presas. Si no conseguimos esa subvención del Estado, creo que cada uno de nosotros lo debemos de hacer por nuestra cuenta. Ciertamente los lobos donde más daño nos hace es dentro de nuestras dependencias y amparados por la nocturnidad y oscuridad de la noche, ya que cuando atacan por el dia y en el campo, suelen causar mucho menos bajas. Por mi parte, solo deciros que os agradezco sinceramente vuestra presencia, la cual me hace pensar que compartimos nuestra preocupación y que si alguno de vosotros tiene alguna idea más factible, para solucionar nuestro problema, queda invitado a que coja el micrófono y lo exponga ante todos los asistentes. Aquí no se trata de protagonismo para nadie, sino de soluciones para todos, y creo que cualquiera puede tener alguna idea que resulte mejor que las que yo he expuesto.

¡¡Gracias a todos!!

Hubo comentarios para todos los gustos, casi todos estuvieron de acuerdo en lo de formar la comisión para hacer gestiones ante la Administración y que esta subvencionara las bajas causados por los lobos, esto parecía justo a todas luces, sin embargo lo de electrificar las instalaciones, ya era un tema de mas discusión, pues muchos de los asistentes no eran muy amigos de invertir mas dinero en sus establos, dado que el momento era bastante delicado en cuanto a precios y no se veía que esto fuera a cambiar a corto plazo. Pero el gran objetivo de la asamblea se había conseguido y de aquí salio formada la comisión que se encargaría de iniciar los contactos con los Sindicatos y Administración y con ello tratar de poner fin a esta situación que a todas luces parecía injusta.
Ambrosio regreso a su casa muy satisfecho con el resultado obtenido en la asamblea. De ella había salido la comisión que en adelante se encargaría de hablar con los Sindicatos y con ellos organizar alguna manifestación en apoyo a los ganaderos y sensibilizar a la Administración que en resumen era de lo que se trataba, y al mismo tiempo, él quedaba fuera de esa comisión, ya que materialmente no disponía de tiempo para dedicarlo a esos menesteres.
Su pequeño negocio le ocupaba todo el tiempo, las ovejas es un ganado que dan mucho trabajo. Es fundamental organizar bien el momento de poner los sementales en cada lote de ovejas; en parte el rendimiento económico de estos animales depende de que tengan en la fecha prevista la paridera, ya que los precios de los corderos es muy distinto según en que fecha estén preparados para su venta. Para planificar esto, es necesario estar bien enterado del su funcionamiento, teniendo en cuenta que la explotación y el rendimiento económico se fundamenta en le venta de los corderos. Ambrosio era un hombre bien informado y conocía muy bien su negocio, así sabia que el cordero Lechal, se vendía muy bien en el mes de Diciembre de cara a la Noche buena, por estas fechas este tipo de cordero se vende muy bien en todas las partes de España, pero de manera especial en Madrid, donde hay un publico muy exigente con la calidad. Así, preparaba a su ganado para tener la paridera a primeros de Noviembre y tener a la venta sus corderos un mes mas tarde para tal fecha: con un peso adecuado al momento y pensando en ese Madrid, el cual sabia de lo exgrente que era de manera especial con el peso de los corderos Lechales que en ningún caso deberían de superar los diez Kilogramos en vivo. A partir de esta fecha el cordero siempre baja de precio y si no ha logrado vender antes de Nochebuena, deberá de dejarlos para, cordero Pascual, después de haber pasado por el cebadero, con los consiguientes gastos.
Otra fecha muy buena para vender los corderos Lechales, es el mes de Septiembre, por esta fecha casi siempre escasea este tipo de cordero, con lo cual los precios se suelen disparar y es ahí donde el ganadero debe de poner todo su conocimiento y sacrificio para conseguir que su ganado este preparado para las fechas mas importantes en cuanto a los precios, cosa que no siempre se consigue, Todo esto lo conocía Ambrosio, pero aun conociéndolo, tenia verdaderas dificultades para conseguirlo: el sabia que las ovejas están gestantes durante ciento cincuenta días, pero el inconveniente era el que las hembras aceptasen a los sementales en el momento oportuno para conseguir tener los corderos en estas fecha tan importantes.
Por otra parte tenía el cebadero de terneros que, aunque este le daba menos trabajo, ya que su manejo es menos complicado y mas sencillo de llevar, también tenia que estar muy pendiente de cómo evolucionaban los precios y a la reposición de los terneros que vendía.
Para esta reposición de terneros, se dirigía a la provincia de Cáceres, donde abunda la ganadería extensiva y que tiene muy buenos terneros dado que los ganaderos extrémeños, han sabido mezclar sus razas autóctonas, con toros de otras razas como el Charoles y fundamentalmente con el Limosín que en los últimos tiempos se ha venido imponiendo en casi todo el territorio nacional. El cebadero funcionaba de forma rotativa es decir que si tenía doscientos terneros, los dividía en lotes de cincuenta, y cuando sacaba un lote con destino al matadero, lo reponía con otro de terneros más pequeños y así cada tres meses tenia la salida de los que habían alcanzado su peso adecuado, y los reponía con otros pequeños.
Concentrado en todas estas reflexiones y con la preocupación de los ataques de los lobos, iba Ambrosio camino de regreso a su casa, estaba convencido de que la Administración no dejaría desamparados a los ganaderos; pero al mismo tiempo estaba convencido también de que ellos, deberían de poner de su parte todo lo necesario para proteger sus instalaciones, ya que generalmente se encontraban en un estado bastante deteriorado careciendo incluso de luz eléctrica.
Sabía que los lobos deben de alimentarse de carne como cualquier carnívoro. Conocía muy bien que la comida escaseaba en la sierra, dado que desde que apareciera la enfermedad de las “vacas locas” se limpiara de “carroña” de la cual se alimentaba en gran parte, y que la caza, la otra fuente de alimentación de los lobos, también escaseaba de cada vez mas, la sierra se estaba despoblando debido fundamentalmente a los incendios que se sucedían con bastante frecuencia.
Con esta situación Ambrosio comprendía que los ataques de lobos, al menos en las largas y crudas noches de invierno, serian de cada vez mas frecuentes y para evitarlo, no le cabía ninguna duda de que deberían de mejorar las instalaciones. Lo primero que pensó fue en electrificar sus establos y apriscos, convencido de que esta seria una forma de proteger a su rebaño.
En los últimos años, se habían conocido muchos avances en cuanto a sistemas de protección para guardar a los ganados como el llamado “pastor eléctrico” entre otros. Este consistía en un acumulador de corriente eléctrica que de manera intermitente soltaba una descargas eléctricas a bajo voltaje, pero que eran muy eficiente, ya que cualquier animal o persona que tocara el tendido que se ponía alrededor de las cercas, sufría esas descargas, que si bien eran inofensivas, para las personas, eran muy eficientes para los animales, los cuales lo respetaban de tal manera que no se atrevían a pasar.


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